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MEDITACIÓN Y EL PODER DE OBSERVAR TU MENTE

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Me gustaría, antes de que sigas leyendo, que observes tus pensamientos y te preguntes ¿Cuántas veces estoy sumergido en pensamientos del pasado? ¿Cuántas veces me encuentro fantaseando sobre mi futuro? ¿Cuántas veces juzgo lo que ocurre a mi alrededor? ¿Alguna vez me he parado a observar mis pensamientos?

Parar y observar esos pensamientos sin juzgarlos, sin forzar nada, eso es meditar. ATENCIÓN PLENA a nuestra mente para así curarla, dejar de estar en el pasado como por ejemplo “en esa relación que pudo ser y no fue”, “no haber conseguido plaza este año en la oposición” o en el futuro “imaginar mi vida en esa furgoneta camperizada que me permitirá recorrer el mundo”, “imaginar mi estabilidad una vez termine mis estudios superiores”, o cualquier cosa que te haga creer que la calma y la paz mental está en otro lado que no sea el momento presente.


Muchos de nosotros conocemos herramientas para ser más fuertes, más flexibles, más ágiles o mejorar nuestro equilibrio, y trabajamos con frecuencia para mejorar estas capacidades; ¿pero ¿cuántos de nosotros trabajamos nuestra mente o nuestra gestión emocional? Necesitamos conocernos a nosotros mismos para emitir juicios adecuados a los demás.

Durante toda la historia, los más grandes filósofos y científicos, hacían referencia a los problemas que tiene el hombre por no estar en el momento presente, incluso entre los autores clásicos, textos como los recopilados por el historiador Flavio Arriano, haciendo referencia a Epicteto.


“Cuando relajes un momento la atención, no te pienses que la recuperarás cuando quieras, sino ten a mano que, por el error de hoy, por fuerza tus asuntos irán peor en lo demás. Pues, en primer lugar, nace la peor de todas las costumbres, la de no poner atención; luego, la de diferir la atención. Sabe que constantemente estás retrasando para otro y otro momento la serenidad, la compostura, el estar y vivir conforme a naturaleza.”

Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro IV.12.1-2.


Por ello, entre las escuelas clásicas, destacamos a los estoicos, estos hablan de moverse en la vida con prosoche. El propio Marco Aurelio fue quien dijo que “No son los eventos los que nos importan, sino nuestras opiniones sobre ello.” Esto significa con PLENA ATENCIÓN, significa ser consciente de tus emociones y de tus pensamientos y de que seas tú quien gestione esos pensamientos y esas emociones y no al revés, y que para hacerlo debes trabajar tu atención plenamente.

Casi 20 siglos más tarde el francés Pascal ya lo dijo “todas las desdichas del hombre derivan del hecho de que no es capaz de estar sentado tranquilamente, solo, en habitación”, solo nos centramos en el HACER y dejamos de ESTAR, de SENTIR. Por un constante HACER, HACER, HACER…

En ese HACER me he encontrado en muchos momentos de mi vida por ello, y tras entender que la meditación no es únicamente cosa de yoguis de 50 kilos y de mujeres veganas con mucho tiempo libre, comencé a meditar, al entender la relevancia que tiene el control de nuestros pensamientos. Recuerdo que en 2017 durante un verano en Jávea en el que trabajaba como entrenador personal de una celebridad del panorama nacional, que más tarde se convirtió en amigo leí “Mindfullness, tómate un respiro” del Doctor, Mario Alonso Puig, ese libro me abrió una puerta a un mundo mucho más tangible y científico lejos de mis juicios e ideas preconcebidas, de ahí pasé a otros libros de temática similar como “Fluir, psicología de la felicidad” de Mihaly Cesikzentmihaly donde conocí en profundidad ideas que me ayudaron a parar, a observarme desde otra perspectiva. A continuación, os diré que es para mí meditar, y que, para ti, puede ser algo muy diferente, pues no hay receta mágica y cada uno debe ser su propio gurú. Para saberlo, recomiendo experimentarlo.


¿QUÉ SIGNIFICA MEDITAR PARA MÍ?


Meditar es, bajo mi punto de vista, es una observación de ti mismo, ayuda a conocer dónde estás poniendo el foco de forma involuntaria, te ayuda a conocer quien está en tus pensamientos, cuáles son tus preocupaciones, que te apetece, quien te interesa, que te preocupa, muchas veces sin duda, es importante para cambiar la perspectiva, convertirte en el principal observador de tus pensamientos, es entrar en tu interior, encontrar una guía y vaciar la mente de la constante hiperactividad, para conseguir la ansiada paz que todos buscamos. Mario Alonso Puig hace esta comparación “pararnos a recargar fuerzas no es un gasto de tiempo, sino una extraordinaria inversión”.

Aun así, cada día deberías preguntarte ¿Cuánto tiempo invierto en mi mente? ¿Invertir en mi mente puede ser parar, sentarme, sentir, cerrar los ojos y conectarme con mi respiración, no juzgar? ¿Tan fácil? Pero, ¿qué te permite meditar?

Meditar te permite llegar a un estado alfa, que está asociado a la recuperación mental y física. Bajo mi experiencia, cada mañana tras realizar las respiraciones Wim Hof y antes de exponerme al frío, centrado en mi respiración, noto como mi cuerpo reduce la cantidad de pensamientos y comienza a centrarse en mis sensaciones y siento como se altera la química de mi cerebro. Siento ese estado de ataraxia, me centro en el momento presente, con plena atención a mi respiración y a mi ser.

Y ahora te pregunto ¿crees que meditar es dejar la mente en blanco? Si siempre has creído que es así, tal vez esta visión te haya hecho ver que NO. Meditar es dejar ser, se trata de estar, observar y sentir. Pasar del HACER, HACER, HACER, al ESTAR, ESTAR, ESTAR.

Filósofos como Marco Aurelio, en sus meditaciones, indicaba como unos de sus principales aprendizajes era llegar a la ataraxia, tomándose las cosas con calma y aceptando las cosas como parte del destino.


Hasta aquí parece que MEDITAR es un entrenamiento para tu mente, en el que pasas de un estado no meditativo a uno meditativo que te permite observar, parar y ser consciente de tu interior. Escuchas los mensajes del cuerpo. Con la meditación creas equilibrio, te das una pausa y te sientes poderoso al ver que puedes observar tus pensamientos, puedes cambiarlos y ser la persona que quieres ser.


La teoría está bien, pero ¿Cómo puedo comenzar a meditar?
Bien, si te haces esta pregunta, tengo una buena noticia para ti, ya que no existe un modo correcto o equivocado de meditar. Al menos un modo “ideal” que funciones para todos. Puedes comenzar sentándote y conectarte contigo. Recuerda “según pienses, así serás.” Cuando comprendas esto comenzarás a cuidar cada uno de tus pensamientos.

No obstante, siempre podrás comenzar con meditaciones guiadas que podrás encontrar en aplicaciones como headspace, bambú, en youtube, spotify, etc.

APRENDER A MEDITAR ES APRENDER A VIVIR EN LUGAR DE HABLAR DE LA VIDA.

Para conocer los beneficios de la meditación los has de experimentar. No obstante, puedo compartirte algunos de los que he experimentado en primera persona:


1.Mayor focalización, mejor concentración y mejora de la función cognitiva.
2. Reduce niveles de estrés y ansiedad.
3. Mejora la recuperación de cualquier esfuerzo físico.
4.  Mejora la calidad del sueño.
5.  Aumento del bienestar y satisfacción con la vida.


En conclusión, meditar puede mejorar la relación contigo mismo y con los demás. Tras este artículo, me gustaría que pongas en práctica la meditación, te reto a 7 días, 5 minutos al día y que compartas conmigo lo que has sentido y los beneficios que has encontrado, ¿te atreves?

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